Dueles, más que el aire intoxicado
que respiran
mis pulmones
¡Cómo olvido
tus recuerdos
sin ahogar a
la nostalgia que te inmola!,
si el pasar de
los minutos
es una ilusión embustera
que perciben
mis sentidos y !dueles!,
no más, que
caerse en el abismo
oscuro,
solitario y frío;
así como la
angustia de verte
ajeno a mi
existencia,
dueles más
que la herida eterna
que dejaste en
mí camino.
Y en la
primavera de mis años
jóvenes, confusos, olvidados,
aquel día del mes de abril,
clavaste un puñal en mi consciencia,
fue una muerte sin testigos,
jóvenes, confusos, olvidados,
aquel día del mes de abril,
clavaste un puñal en mi consciencia,
fue una muerte sin testigos,
el final de la inocencia.
No sabía de las mundanas emociones,
ni de callar el pensamiento,
no sabía
fingir que todo marcha bien,
cuando algo muere
por dentro,
!doliste
tanto! que aún dueles
con la lluvia del invierno...
Y el destino fue la cura
Y el destino fue la cura
de
mi enfermedad: "la inconstancia",
y perderte fue
la paradoja
más absurda
que yo he vivido
!Duele verte y
no tenerte!,
duele tenerte
tan solo en letras
dueles la piel
y tu ausencia
me duele más que tu indiferencia.