Poesía #16
El
aroma en mi mente de tu fresca vestidura,
Es
una pizca de la luz que atesoran mis latidos;
La
madre tierra te parió, pero ya venías existiendo
En
alguna realidad dibujada en el universo
Me
hiciste “uno” con “el todo”,
Porque
al fin, "el todo” siempre fue
“uno”,
Lo
sentí, lo viví, regresé, de donde nunca debí irme
Cuánto
amor y bondad, cuánta belleza y calidez
Me
abrazas, me consuelas, me liberas el ser.
Tu
entrega no te la da tu nombre
Ni
tu historia o tu existencia,
Sino
tu amor infinito por
La
realidad a penas manifiesta;
Viniste
a recordarme
Lo
que olvidé por mi "ceguera"
¡Yo
te necesitaba desde siempre!
Desde
el alfa y el Omega.
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