lunes, 13 de marzo de 2017

VENENO EN MIS VENAS





Poesía #3


Estoy fabricando
veneno en mis venas,
 y para evitar que el sarcasmo
fluya en mí
como las rimas en mi poesía,
trataré de transformar
el veneno en ideas;
también para evitar caer
en el vicio corriente
que tiene mi mente
de buscarle explicación
a la inexplicable
naturaleza de la gente.

Estoy fabricando
veneno en mis venas,
no porque la apariencia de mi sangre
sea del color de la muerte,
sino, porque el veneno
es la sutileza
 de una muerte sin testigos.


Trataré de que el veneno
que surja de mis venas,
no emita sonido
ni respuesta fisiológica alguna,
como por ejemplo,
invadir a mis neuronas
y hacer que como respuesta,
surja una palabra sarcástica;
ó, que al intento desesperado
de causar una infección generalizada,
ocurra un malestar
de cuerpo y alma.


Trataré de que el veneno
fabricado en mis venas,
no pase por el metabolismo
mecánico de mi cuerpo,
sino que más bien,
Se elimine de forma efímera
con el refuerzo
de un pensamiento diferente
al que lo originó.


 Estoy fabricando
veneno en mis venas,
pero sé que no
por mucho tiempo.
Es difícil dejar de ser
naturalmente irónico
o salvajemente colérico,
cuando la costumbre
de estas actitudes
caen en la normalidad
de lo admisible.


Por vicio, por sadismo,
por gusto morboso
que tengo al sufrimiento,
por desdicha o por un pensamiento poco elocuente,
estoy fabricando veneno en mis venas
y no será para siempre.

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